Primo de Anónimo

lunes, 24 de septiembre de 2012

Subiendo el "Singapur"

Estimados todas/os/es 

El ciclismo es uno de los deportes más alejados del evento que nos regala Mr. Ecclestone cada quince días. Es verdad que en ambos hay, por medio, ruedas, es verdad que en España un mal periodista de ciclismo puede acabar siéndolo de F1. Y tan bien, es verdad que la trampa esta institucionalizada y permitida según circunstancias y nacionalidades. Allí clembuterol, aquí agujero en el difusor. Pero esta temporada, el campeonato de F1, comienza a parecerse a una de esas pruebas de tres semanas que nos arrullan la siesta, en la que gana aquel que se desgasta menos y deja que sus adversarios se hundan mutuamente. 

Sigapur fue una carrera aburrida como ella sola, pero como la primera etapa montañosa del Tour comenzó a dejar muchos corredores tocados y directamente eliminados. 

Desde Monza, o quizás Spa, los tambores rojos, incluidos nuestros sesudos, imparciales y expertísimos periodistas, nos han ido martirizando con los minutos (si no horas) que iban a sacar de ventaja a sus rivales con las nuevas piececitas, actualizaciones o coloreado del chasis, habida cuenta que Marina Bay era ideal a los intereses rojos. Incluso algún piloto rojo comenzó a ensoñarse como poleman, sin haber subido al pódium en toda la temporada. Pero ya el viernes quedó claro que Ferrari sigue con el mismo problema de hace varios años: Los datos que obtienen en el túnel del viento son más falsos que los billetes de tres euros. Esos datos suelen ser algo más que optimistas, pero luego la parafina termina demostrando que no hay posibilidad de recalibrado. El túnel es viejo, obsoleto y no sirve para estar a la altura de los mejores. Es como si mandásemos a nuestro Contador montado en las antiguas BH de hierro contra Wiggins y su Dogma-2 ¿Futuro? Poco. 

El sábado demostró que la gente de Lowe tiene un pelo de ventaja al segundo calvo más importante de la F1. Pero Newey no está muy lejos, al menos con su mejor piloto. Los polemen rojos quedaron muy lejos, alguno ni paso al último tramo de la classifica. 

Del sábado destacaría la obra monumental de Maldonado, y dicho esto me pregunto dónde estaría en estos momentos Williams si en lugar de tener dos pilotos GP2 de pago puros hubiese tenido dinero, energía y empatía para fichar a Räikkönen. El coche es razonablemente bueno y la prueba son los destellos que a veces nos dejan ver sus pilotos, pero estos y el concepto de buena conducción están totalmente peleados. 

La carrera del domingo comenzó con un adelantamiento de Vettel y Button a Maldonado, y allí podría haber terminado la carrera. Hamilton demostró que su coche es mejor que ningún otro, y ya han subido cuatro poles seguidas sin que nadie les acose en esas rampas. Y también demostró que Button solo puede ser campeón si el coche es buenísimo y no tiene compañero. 

Pero hete aquí, que alguien, en McLaren, el sábado, detectó algún problema en la caja de cambios del británico y se la jugó (según se intuye del mensaje de radio posterior a la rotura), saliendo pájara monumental ¿Quién asumió que era mejor jugársela a Eurovegas que perder cinco posiciones? ¿No confían en Hamilton y en su coche? ¿Estarán intentando aburrir al británico para que se vaya a Ferrari? Después de la pifia, y el consiguiente cero, las opciones de Hamilton en la general se han reducido muchísimo, ha de recortar 8.7 puntos por etapa a Alonso. Esto implica que debe ganar siempre, y que alguien se interponga asiduamente entre él y el líder del campeonato, para forzarle a ser tercero. Pero dado el cumulo de fallos, que llevan este año los de McLaren-Sam, lo veo difícil. Aunque no volveré a cometer la temeridad de decir que todas sus opciones se han ido, como hice algunos GP’s atrás. 

Una vez que Hamilton desapareció, Vettel tomo el relevo al frente del pelotón y lo estiró en función de sus intereses, demostrando, a todos los incrédulos, que ha madurado lo suficiente para saber luchar por una plaza, conservar unos puntos, y acelerar por una ventaja, según le convenga. Los dos safety-cars demostrarón que Button es un piloto muy fino, muy estilista, muy gentleman, muy … (póngase el adjetivo bobalicón que se quiera), pero que no es un campeón. En ningún momento inquietó al alemán. La victoria de Vettel le deja con un déficit de 29 puntos, o lo que es lo mismo, ha de recortar 4.8 puntos por carrera. Esta distancia parece factible y depende, en principio, de él solo, por lo que se arroga como el candidato perseguidor por excelencia. 

Alonso, en su línea. Desde el GP de Europa se dedica a administrar con tranquilidad los minutos que les saca a cada ciclista. Perdón, los puntos que les aventaja a cada piloto. Y observa con cierta parsimonia las sucesivas pájaras en sus adversarios. Pero debería intentar atacar en alguna rampa, no le vaya a ocurrir lo que en el Giro del 2010. 

Su compañero rojo corrió como nunca, pero terminó donde siempre. 

Hay que decir que Räikkönen sigue resistiendo en el grupo, y no hay forma de despegarlo de la cabeza. Aunque nadie confía en él, un pequeño pinchazo de los de delante podría darle el titulo 2012, y un ataque cardiaco al comentarista español

No quisiera dejar este Tour sin mencionar al hombre record. El número de pifias que ha cometido, desde que volvió, ha sido muy grande, pero este año quiere que pase a la historia, con olvidos de posiciones en la parrilla o visiones del coche de delante, incluidas. Es verdad que la noche le confunde, y es su mejor costumbre singapurense. Quizás, unas carreras de descanso le vendrían muy bien (o diez puestos en Suzuka).

No ha terminado esta etapa y, ya, los tambores rojos vuelven a sonar que en Suzuka tendremos las mejores piezas del mundo, y parte del extranjero ¿Querrán decir que el alternador de Vettel fallará? Porque son los fallos de los otros su única y gran ventaja.

lunes, 17 de septiembre de 2012

Jacques Hamilton

Estimados todas/os/es 

Las biografías comparadas es una estrategia de análisis muy anglosajona. En esta modalidad de ensayos toman ciertas curiosidades de un personaje que ya ha terminado su ciclo vital y las extrapolan a otra que está a mitad del mismo con el fin de poder prever el futuro del último. El axioma se cumple más cuanto más semejantes sean las circunstancias y las influencias de los dos personajes comparados. Y eso es lo que pretendo ver hoy con esta entrada. 

En 1996, apareció en la Formula Uno, a los mandos de un Williams, el hijo de un grandísimo piloto. Jacques Villeneuve nació en la región francófona canadiense de Quebec. Sus iniciaos habían sido planetarios, corriendo en formulas inferiores en Europa, Japón y Norteamérica, labrándose un nombre de piloto prometedor. Eso fue lo que empujó a Frank Williams a darle el volante de uno de los mejores coches de la parrilla de aquella época. El novato no se arrugo y en su primera carrera en la F1 consiguió la pole y el segundo puesto al bajar la bandera de cuadros en Australia. Solo había sido vencido por su compañero de equipo Damon Hill, otro de los hijísimos. Las cuatro victorias que consiguió ese año no lo llevaron a lo más alto del campeonato porque la madurez de su compañero se lo impidió, pero consiguió en su primera temporada ser subcampeón. 

Al año siguiente, la salida del campeón del equipo hizo que él fuera el referente claro de Williams, y con siete victorias se proclamó campeón de la F1. Era, quizás el titulo que le debía el campeonato a su padre. Hay que recordar que ese campeonato se lo ganó a Dirty Schumy, con choques intencionados por parte del alemán y descalificaciones mediante. Y demostró que era el piloto con mejores manos de aquella generación. Donde podíamos encontrar a Schumacher, Häkkinen y Hill, entre otros. 

En 1998 el equipo Williams había dejado escapar a su ingeniero aerodinámico Adrian Newey, regalándoselo a McLaren. Ni que decir tiene que ese año el campeón fue el trío McLaren-Häkkinen-Newey, con el trío Ferrari-Schumacher-Byrne haciendo méritos. Mientras que las prodigiosas manos de Villeneuve Jr. solo le permitieron llegar a la quinta posición y sin ninguna victoria parcial, eso sí, mejorando la séptima de su compañero Heinz-Harald Frentzen. 

Esas prodigiosas manos estaban debajo de una cabeza no muy bien amueblada, y al año siguiente fichó por el equipo BAR (anteriormente llamado Tyrrell), sin ningún ingeniero ingenioso, y solo por una substancial cantidad de dinero. Uno de los dueños de aquel equipo era su manager, y persona que le susurro al oído que ese era su mejor opción de futuro. Esa temporada fue el principio del fin. Las primeras once carreras las terminó en el garaje del equipo y en las siguientes, que llegó a ver la bandera de cuadros, nunca lo hizo en posición de puntos. Los problemas de fuera de los circuitos empezaron a merodear dentro, y los malos resultados empezaron a ser justificados en función de esos problemas sentimentales. 

La cabeza estúpida de un piloto destrozó las manos prodigiosas de un gran campeón. 

En el año 2000 los motores Honda acabaron en esta escudería y eso le permitió acabar en la séptima posición del campeonato. Pero de aquí a su primera despedida en 2003, solo demostró su talento con cuenta gotas, en algún adelantamiento, en alguna defensa de posición y poco más. 

En 2004 corrió tres carreras para la Renault de Alonso, pero no llegó ni a puntuar. En 2005 y 2006 corrió para Sauber, pero su fin como piloto estaba cerca y su amor por la música se hacía cada vez más patente. A mitad de esa temporada un gran campeón dejó la F1 sin haberlo demostrado por culpa de no saber controlar su entorno y dejarse llevar sin racionalizar las consecuencias de sus actos. 

En el año 2007, apareció el piloto británico, que no inglés, Lewis Hamilton como escudero del que era en esos momentos campeón del mundo, Fernando Alonso. En su primera carrera, en Australia consiguió una tercera posición, y esa temporada consiguió cuatro victorias que le alzaron al subcampeonato, igual que el canadiense. 

En la siguiente temporada el piloto con más experiencia de McLaren se marchó en busca de aires más respirables, y McLaren se centró en el piloto británico. En ese 2008 se proclamó campeón del mundo. Pero a partir de aquí los resultados no se repiten, siendo quinto en 2009, cuarto en 2010 y quinto en 2011, siendo batido por su propio compañero. 

En estos últimos años ha cambiado su entorno, su gestor de imagen y contratos, se ha aficionado a la música (en este caso al rap), sus problemas sentimentales son usados como escusa para justificar los malos resultados y sus choques/roces continuos con adversarios en pista. Y en estos momentos lucha por mejorar económicamente su contrato, y para presionar al equipo es capaz de twittear información sensible del equipo. 

Ambos pilotos tienen demasiadas coincidencias en sus biografías como para no extrapolar el final de uno con el de otro. Son ciudadanos minoritarios en sus países, ambos consiguieron cuatro victorias en su temporada de debut, ambos llegaron a la última carrera de la primera temporada con opciones de ser campeones y solo fueron subcampeones. Ambos consiguieron lo máximo en su segunda temporada y a partir de ahí los resultados fueron decreciendo. Ambos se han dejado gobernar por el entorno y el dinero es capital en sus vidas. 

¿Fichará Hamilton por un equipo mediocre por mucho dinero? ¿Estamos ante la repetición de la historia de un gran campeón con una mala cabeza?

lunes, 10 de septiembre de 2012

A quien Spa se la dé, San Monza se la bendiga

Estimados todas/os/es 

Aquellos de ustedes que se hayan empleado a fondo leyendo la obra cumbre de nuestra literatura, el Quijote, habrán encontrado un gran parecido entre el título de la entrada de hoy con el párrafo del capítulo 64, que dice algo así como “Tomad, pues, la parte del campo que quisiéredes, que yo haré lo mesmo, y a quien Dios se la diere, San Pedro se la bendiga”. Este refrán tiene dos vertientes claramente diferenciadas. Una, la más obvia, de acatamiento a los dictados del poder, ya sea espiritual o terrenal, y otra, de cierta indiferencia ante la parte circunstancial del momento frente al tramo estructural del devenir. 

Y este último aspecto es el que quiero remarcar. Aquellos que fueron los grandes colisionados de Spa coparon el pódium de Monza. Y viceversa, los podiums de Spa se rompieron en Monza. O lo que es lo mismo, la tristeza de entonces no debería de haber sido como la de … Tristiano Ronaldo, ni la alegría de ahora debería desbordar y alcanzar la de Matthieu Ricard, y en direción contraria.

Pero empecemos por el sábado. Se presentaba rojo pero una pequeña falta de trabajo hizo que fuese plateado total, salvo por la honrosa calificación de Massa, que puede saber ya que al año que viene continuará de rojo. Peor fue el resultado de Red Bull, un discretísimo decimoprimer puesto y un sexto. Lo que indica que las distintas pegatinas que les van poniendo los comisarios políticos de la FIA al coche están haciendo su efecto. Los Sauber tampoco parecían ir muy bien, ya que solo Kobayashi se clasificó para la ronda final, aunque el piloto mejicano tenía la excusa perfecta, estaba enfermo. 

El domingo comenzó con una salida limpia, en la que Massa desde la tercera posición adelantaba a Button y se igualaba por fuera con Hamilton. Al llegar a la primera curva, el británico impuso su posición y su coraje. Y a partir de ahí, el brasileño comenzó a sestear hasta el final, consiguiendo la meritoria posición cuarta, pero la falta de rivales en pista por detrás de él me siguen haciendo pensar que el ciclo rojo de este latino debería de ser extinguido, ya. No solamente de esa escudería, si no de cualquiera de las tres que están batallando por ser campeones. 

Alonso demostró que Ferrari y Monza son una buena combinación, y a las primeras de cambio se libro de di Resta, Rosberg, Kobayashi, Räikkönen y Schumacher, enfrentándose a Vettel. Estas fueron las vueltas más divertidas, en las que se vio que el Red Bull ha perdido algo de potencia pero en manos de Vettel aun quedan recursos para la lucha. No obstante, en la carrera italiana Alonso consiguió el ansiado adelantamiento en pista. El posterior, requiebro a su compañero de equipo fue lo esperado. Por cierto, esta carrera la soporte en la televisión española, y no sé cómo se sigue aguantando al tergiversador de locutor que hay, caundo hay formas de pedir su cese. Cuando los Toro Rosso (o Webber) estaban delante de Vettel siempre llamaba la atención sobre la facilidad que iban a mostrar, al ser adelantados por el hijo perfecto de Markó. Sin embargo, Ricciardo se defendió más de lo que su coche le permitía y el australiano puso más valor, para no ser adelantado por su compañero, que cuando lo hicieron otros. No fue así la respuesta de Massa ante la pasada de Alonso. Y las lágrimas pidiendo al cielo que Pérez tuviese un desfallecimiento o que no rozase al rojo, bajo peligro de excomunión, me parecieron patéticas. Más dignas de esos periodistas y seguidores madrileños que odian a Casillas, o los barceloneses que desprecian a Xavi, por las amistades que tienen, que de un locutor sereno y entendido de F1. 

De Hamilton, solo decir que no se le vio. Salió y ganó ¿Tendrá prisa por firmar algún contrato nuevo? Yo ya le había descartado para el titulo, pero como buen brujo, ahora, me arrepiento y lo siento como posible campeón. Si sus devaneos extra-profesionales se lo permiten. 

Pero si alguien fue bendecido por San Monza fue Pérez. Saliendo desde la posición decimosegunda fue adelantando a uno y otro hasta quitarle las pegatinas al coche sacrosanto rojo, logrando otro segundo puesto. Si cualquier segundo puesto, para un joven, es muy meritorio, para él lo es más. Es un piloto de la escuela Ferrari (luego corría en casa, con motores del mismo sitio), y se le ha vinculado con esta escudería para el año que viene. También, Montezemolo lo ha tachado de mozalbete inmaduro para llevar un mono rojo. Pues bajo esa presión, después del desastre anímico y físico de Spa, adelantó a los dos coches oficiales rojos, y si hubiesen quedado dos curvas más o Schumacher no lo hubiese taponado en exceso Hamilton tendría en estos momentos pesadillas ¿Quién piensa que Pérez no es el recambio natural de Massa, ya? Si hasta Alonso lo miraba, en el pódium, intentado saber como de difícil sería tenerlo de compañero al año que viene. 

Un último comentario se merece otro de esos pilotos despreciados por nuestro querido comentarista. Kimi. Sin haber ganado ni una sola carrera está metido en la pomada de los candidatos al título, por lo que si una sola vez su equipo no le rompe el kers, la estrategia o le pone las ruedas adecuadas en el momento adecuado, ganará carreras e incluso puede que el campeonato. Es lo que tienen las protistas unicelulares, que mientras los chulitos pluricelulares se desvanecen ellas continúan con su vida, alimentándose de todo. 

Después de esta acelerada re-entrada de la F1 podemos concluir que todo sigue igual, pero a tan solo siete carreras del final (175 puntos). Fernando desde el octavo Gran Premio de Europa, que consiguió 20 puntos de ventaja al segundo clasificado de aquel momento (Webber), mantiene una posición estable, que alcanzó un máximo de 40 puntos en el decimoprimer GP de Hungría, y que ahora está en 37, dos GP mediante más. El grupo de perseguidores sigue estando muy abigarrado, con cuatro pilotos, tres escuderías y dos motores en diez puntos, con lo que conseguir constantemente una media de 6 puntos por carrear más que Alonso parece complicado, aunque de Vettel y Hamilton se puede esperar eso. 

Sigue igual la posición inestable de Massa, con un Pérez que se merece ese asiento, pero no voy a ocultar que soy parcial, con una querencia clara a favor del mejicano.

lunes, 3 de septiembre de 2012

De vacaciones en Spa

Estimados todas/os/es 

Las vacaciones son el periodo del año más deseado por cualquier trabajador, o al menos lo ha sido históricamente. Ya veremos si en el futuro, cuando nos las quiten para hacernos más competitivos y poder pagar a los bancos alemanes las deudas contraídas por los bancos españoles, seguiremos pensando lo mismo. Una de las modas que siempre han tenido los humanos es ir de vacaciones a tomar baños termales. Lo hacían los romanos en una ciudad de la región de Lieja, cuyo nombre, por mor del esnobismo circundante español, se ha troquelado en sinónimo de balneario ¿No teníamos ya esta bonita palabra en castellano para que usar Spa? Y no parece que haya cambiado.

Pues sí, en Spa, la F1 prolongó un poquito más esas vacaciones de agosto, tan merecidas por todo trabajador (empleador), incluso para el pésimo. Y solo bajo esa perspectiva se puede entender los resultados del sábado. Es verdad que el viernes estuvieron todos tomando la lluvia plácidamente, pero que en las seis primeras posiciones solo hubiese un McLaren (¡El de Button!) y un Ferrari, solo se puede entender desde la perspectiva de que los ingenieros y pilotos todavía estaban de vacaciones. La eliminación de un Red Bull en la Q2, aunque sea el de Vettel ya no es tan notorio, y no digamos nada de la posición de Massa. 

Tengo que señalar que un comisario, despistado en su puesto de trabajo, sancionó de forma incomprensible a Maldonado (¡Si él nunca hace nada!). Piloto que cuenta sus participaciones en el mundial de este año por sanciones ¡Que injusto soy! En Australia, Malasia y España no se atrevieron a llamarlo a capitulo. 

Hamilton, en proceso de separación legal de su equipo, se descolgó con unas quejas sobre alerones y preferencias, en mi opinión muy desacertadas. Supongo que al disponer de un único alerón trasero, y no habiéndolo probado antes, prefirieron los ingenieros jugársela con Button, que estaba al final de la lista de pilotos con posibilidades de ser campeón, optando porque Lewis usase el más conservador, del que sabían, a ciencia cierta, su resultado. Pero las suspicacias entre el piloto y su equipo están a flor de piel, y él lo interpretó como que era el principio de un saboteamiento. Y lo denunció en las redes sociales. No contento con eso, también mostró unas gráficas con los rendimientos de los coches (telemetrías) que provocaron una tormenta sobre él. Es verdad que hay cierta información que podría beneficiar a otros equipos al divulgarlas, pero me pregunto si no sería muy interesante para los aficionados el poder tener acceso a esa información. Hubo un tiempo que las gomas usadas eran un secreto, que los tiempos parciales no existían, que las comunicaciones internas eran sacrosantas ¿No estamos los aficionados educados suficientemente para tener acceso a esos datos y poder digerirlos nosotros mismos sin mediador? 

Y así, con esa dejadez post-vacacional, nos dispusimos a disfrutar la carrera de Spa. La salida. ¡Bueno! La pre-salida de Maldonado fue de órdago. Aun estaba el semáforo en rojo, cuando el citado piloto de Williams (¡Cómo me duele poner estos dos nombres en la misma frase!) ya había pasado a la gente de la segunda línea de parrilla. Lo que indicaba que otra nueva sanción iba a caerle ¿Tiene este piloto más sanciones o kilómetros disputados este año? 

Pero el otro portento de las salidas, también, quiso demostrar que su presencia es temible. Y desde la posición octava se llevó por delante a Hamilton, Alonso, Pérez y Kobayashi. Un montonera de las de la vieja escuela, y que demuestra que las medidas de seguridad son los únicos que no se toman vacaciones. Como resultado, Grosjean ha recibido una sanción de una carrera, que quizás sea poco, ya que a Irvine por menos en Brasil-94 le cayeron 3 carreras de sanción, pero al menos muestra que hay en estos momentos en la F1 unos dignísimos herederos de Dirty Schumy, a los que habría que intentar enderezar o directamente eliminar, para conseguir que la fatalidad siga de vacaciones en las carreras de Fórmula Uno. Eso sí, las explicaciones de la sanción por parte del comité me parecen muy indignas. Una sanción debe ser impuesta por la acción ejecutada, independientemente de si los perjudicados son posibles campeones o meros comparsas del evento. 

¿Qué hubiese pasado de ser Piquet y Salazar?
Ahora, a Lotus (la antigua Toleman) le surge un problema ¿A quién pone en Italia? Tienen a varios pilotos probadores, a destacar, entre otros, a Fairuz Fauzy, a Ho-Pin Tung y a Jan Charouz. Pero Boullier ya se ha descolgado que prefiere al francófono d’Ambrosio, con alguna posibilidad para el violento Sutil (¿Será esto último para cabrear a la Lotus del año pasado? Recuerden a Eric Lux y los amores de discoteca). Ante esto, yo me pregunto para qué sirve ser piloto chupador de ruedas si nunca vas a salir a correr realmente ¿Para pagar y ver tu nombre en la wikipedia tan solo? Y ya puestos a dar candidatos por qué no elegir a Nico Prost, apellido tiene y en sus inicios en España parecía un piloto decente. 

Al final de la recta terminó lo más interesante de GP de Spa, el resto fueron vacaciones, con destellos de grandeza por parte de Vettel (ese chico que no sabe correr ni adelantar con un coche sin velocidad punta) en la parada del autobús (¿Al cole?), o de Räikkönen (ese chico que no termina de ganar y se lo merece) en Eau Rouge. Y también de pobreza, en este caso por parte del campeón durante ocho eternos y mediocres segundos, al que su quinto puesto no puede esconder de la vergüenza de no haber sido al menos segundo. 

Button ganó, como siempre que sus rivales están de vacaciones. Ahora solo nos queda esperar a que en Italia ya hayan empezado a trabajar.